Hola, me llamo Emilio Manuel. Desde que tengo memoria, los cuentos han sido una constante en mi vida. Recuerdo cómo mi padre, con un viejo magnetófono, grababa historias para que mi madre me las pusiera mientras comía. Esos momentos eran mágicos: las palabras cobraban vida y me llevaban a mundos llenos de aprendizajes y emociones.

De adolescente, mi amor por los cuentos creció aún más, y tuve la oportunidad de participar en puestas en escena de cuentos para adultos. Aquello me enseñó que las historias no solo entretienen, también nos ayudan a entendernos a nosotros mismos y a quienes nos rodean.

Hoy, como padre de un niño de dos años, quiero que mi hijo experimente ese mismo poder transformador de los cuentos. Quiero que crezca rodeado de historias que lo hagan soñar, reflexionar y crecer emocionalmente.